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¿Qué son los implantes dentales?
Los implantes dentales son la solución perfecta para reponer tu sonrisa y toda la funcionalidad de tu boca. Se colocan cuando falta una pieza dental o cuando por destrucción del diente hay que sustituir una pieza.
El objetivo de este tratamiento no es sólo estético, sino que también busca mejorar la salud dental y digestiva.
La implantología es uno de los tratamientos que más se ha desarrollado en el campo de la odontología en los últimos años, y uno de los que más se ha beneficiado de los avances tecnológicos y científicos.
¿Cómo se colocan los implantes dentales?
Antes de comerzar su tratamiento, además de las pruebas y cuestionarios de salud le realizaremos un TAC maxilofacial el cual permite adquirir valiosa información que nos permitirá hacer un diagnóstico preciso y llegar al plan de tratamiento más adecuado a usted.
Tipos de coronas dentales sobre implantes
Corona de metal-porcelana: este tipo de corona es la más utilizada, está formada por estructura portante en metal y el revestimiento cerámico externo. En términos de costes, se caracteriza por una excelente relación calidad / precio.
Corona de zirconio: es una solución moderna y eficaz para reemplazar los dientes perdidos. El material utilizado para la corona es zirconio, mientras que la parte exterior de la corona es cerámica.
Este tipo de corona tiene múltiples ventajas:
Material de color blanco. Esto le confiere un resultado más natural permitiendo un mejor paso de la luz a través del diente.
Excelente resultado. No solo son ligeras y muy resistentes, sino que conllevan menos problemas a la larga.
Poseen una superficie lisa. Esto, además de mejorar la estética y la sensación en boca, limita la adhesión de bacterias.
Disponen de una estructura blanca debajo. Por ello, nunca se verán bordes grises en el caso que la encía se retraiga con el paso del tiempo.
Problemas de no reponer las piezas dentales
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Se pierde la eficacia masticatoria. La falta de dentadura produce dificultad para masticar alimentos; además del desgaste y debilitamiento de los dientes sanos durante la mordida. Lo que provoca una mayor propensión a enfermedades bucales.
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Empeora la estética de la sonrisa. Aparte del típico hueco negro, con la pérdida de dientes, las mejillas y los labios pierden sujeción y se hunden. Ésto cambia el rostro, aparecen arrugas y le hacen parecer mayor de lo que realmente es.
Se pierde la eficacia masticatoria. La falta de dentadura produce dificultad para masticar alimentos; además del desgaste y debilitamiento de los dientes sanos durante la mordida. Lo que provoca una mayor propensión a enfermedades bucales.
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Problemas de no reponer las piezas dentales
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Se pierde la eficacia masticatoria. La falta de dentadura produce dificultad para masticar alimentos; además del desgaste y debilitamiento de los dientes sanos durante la mordida. Lo que provoca una mayor propensión a enfermedades bucales.
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Empeora la estética de la sonrisa. Aparte del típico hueco negro, con la pérdida de dientes, las mejillas y los labios pierden sujeción y se hunden. Ésto cambia el rostro, aparecen arrugas y le hacen parecer mayor de lo que realmente es.
Se pierde la eficacia masticatoria. La falta de dentadura produce dificultad para masticar alimentos; además del desgaste y debilitamiento de los dientes sanos durante la mordida. Lo que provoca una mayor propensión a enfermedades bucales.
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Problemas de no reponer las piezas dentales
Se pierde la eficacia masticatoria. La falta de dentadura produce dificultad para masticar alimentos; además del desgaste y debilitamiento de los dientes sanos durante la mordida. Lo que provoca una mayor propensión a enfermedades bucales.
Empeora la estética de la sonrisa. Aparte del típico hueco negro, con la pérdida de dientes, las mejillas y los labios pierden sujeción y se hunden. Ésto cambia el rostro, aparecen arrugas y le hacen parecer mayor de lo que realmente es.
El resto de dientes se desplazan a los espacios vacíos. La pérdida de una pieza puede afectar a los dientes colindantes, que debido a la falta de estabilidad, pierden sujeción, empiezan a moverse e incluso pueden llegar a perderse.
Se produce pérdida de hueso maxilar. Si el diente ausente no se repone con un implante, con el paso del tiempo, provocará la pérdida progresiva del hueso maxilar y las encías se retraerán con él, multiplicando el daño ocasionado.
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Pérdida del equilibrio de nuestra boca. Como consecuencia de la perdida de piezas dentarias, se produce una cascada de patologías; caries, movimientos dentarios, maloclusión, sobrecarga del resto de piezas, agudización de enfermedad periodontal, patología articular etc. perdiendo así el equilibrio de nuestra boca.
Resultados definitivos. Antes y después